Carlos SolísProducción: Six
Creador: William Broyles; David Broyles
Año: 2017
Plataforma: History Channel
En 5 líneas esta serie:
Es una producción sobre la guerra en nuestros días
Trata de balas, explosiones y los nuevos extremistas islámicos
Es buena opción para los amantes del género
No aporta nada nuevo
Es propaganda velada
La Ilíada empieza con una figura lírica muy beligerante: “Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes”. Durante mucho tiempo, Aquiles fue el guerrero modelo. La guerra y los hombres que a ella se dedican han sido el alimento de la épica que si bien hoy ha variado considerablemente en métodos y herramientas, siguen considerando al máximo guerrero, aquel que lo puede todo, como el exponente de virtuosidad –de paso permea un mensaje político–.
Extrapolando la idea de la historia épica a nuestros días, destaca el DEVGRU o popularmente conocido como SEAL team Six, su indicativo previo a los años noventa y de ahí el nombre de la serie bélica. Este agrupación de élite es la punta de lanza, son las primeras botas en terreno hostil, encargados de las misiones más difíciles, como el asalto al complejo de Abbottabad y la posterior muerte de Osama Bin Laden o el rescate del Capitán Phillips del Alabama/Maersk, ambos eventos retratados en las cintas Captain Phillips (Greengrass, 2013) y Zero dark thirty (Bigelow, 2012).
La historia nos muestra la vida de un escuadrón del DEVGRU desplegado en Afganistán durante 2014 en búsqueda de un objetivo de alto valor (eufemismo para terrorista), Emir Hatim Al-Muttaqi (Jarreth Mertz), en la cual Richard “Rip” Taggart, líder del equipo (Walton Goggins) lleva a cabo un crimen de guerra, lo que pone al escuadrón en una posición delicada. Dos años después Rip se encuentra por momentos complicados, además de trabajar como contratista de seguridad para una petrolera en Nigeria. Todo se vuelca aún más negativo cuando una célula de Boko Haram asalta una escuela y toma como rehén a Rip. Mientras tanto el equipo ahora encabezado por Bear (Barry Sloane) se debate entre la hermandad, el deber y la justicia.
La intención de la serie es humanizar a estos profesionales de la guerra, tanto en terreno como en su entorno familiar. Finalmente también piden créditos hipotecarios, tienen que ser padres o hijos y eso, aparentemente, no es tan compatible con su oficio, puesto que es una distracción para un trabajo que requiere que se entreguen en cuerpo y alma y que no les gratifica económicamente ni les da reconocimiento. Aunque el mensaje es extremadamente heroico, la propaganda se nota desde el primer minuto: la autonombrada policía del mundo está vigilando y además es sumamente efectiva al realizar su trabajo.
Esta serie se une a un grupo de programas de televisión que retratan historias similares, tales como La Unidad, creada por David Mamet (2006) que relata la convivencia de la contraparte del ejército estadounidense, la unidad Delta, o Strike Back (2010), basada en las novelas de Chris Ryan, supuesto sobreviviente del escuadrón Bravo 2-0 y ex integrante del SAS.
Finalmente, el género bélico no es más que una excusa para hacer películas y videojuegos de acción y violencia –siendo justos– pues son pocas las obras que, perteneciendo al género, critican la guerra tal como lo hace Renoir con La Gran Ilusión (1937) o la mezcla del colonialismo del siglo XIX y la guerra de Vietnam en una de las mejores cintas en la historia, y no solo del género, Apocalypse Now (Coppola, 1979) No creo que haya que ver esta serie a menos que el género bélico y las metras futurísticas sean lo suyo, aunque es interesante ver los retratos del modelo aquileo contemporáneo.