Producción: Spider-Man: De Regreso a Casa
Director: Jon Watts
Año: 2017
Plataforma: Cartelera

 

En 5 líneas esta película:

Es un nuevo reboot del personaje

Integra de manera exitosa al arácnido al MCU

Tiene buen elenco

Tiene tintes de teenage film

Es típica historia Marvel

 

   

 

Gracias a una crisis financiera en los noventa, Marvel prácticamente en bancarrota, cedió a Sony/Paramount y Fox los derechos de sus personajes para llevarlos al cine. Fox fue la primera en disparar con X-Men (Synger, 2001) y luego llegó el turno de Sony/Paramount con Spider-Man (Raimi, 2002) protagonizada por Tobey Maguire, quien en ese entonces tenía veintisiete años.

A la primera cinta del arácnido, con una recaudación mundial de por encima de los 800 millones de dólares, le siguieron la ganadora del Óscar por mejores efectos visuales, Spider-Man 2 (Raimi, 2004) y la infame Spider-Man 3 (Raimi, 2007). Esta última acabó con la franquicia.

Tras un reboot con Marc Webb a la cabeza y Andrew Gardfield en el spandex azul y rojo, aparecieron The Amazing Spiderman (2011) y The Amazing Spiderman 2: Rise of Electro (2014), con las cuáles Sony ponía en juego la posibilidad de adaptar al equipo de súper villanos conocido como Los Seis Siniestros y así expandir este universo a merced de perder contra el ya consolidado Universo Cinematográfico de Marvel.

Finalmente la idea no se llevó acabo y gracias a un acuerdo entre Marvel y Sony, el súper héroe favorito de muchos regresa a la casa de las ideas en Spiderman: Homecoming (Watts, 2017) luego de su debut en Capitán América: Civil War (Hermanos Russo, 2016), adaptación del evento homónimo de los cómics donde la araña juega un rol vital en el papel. En Spiderman: Homecoming nos situamos dos meses después de Civil War, con un Peter de quince años queriendo demostrar que es un héroe digno de misiones peligrosas, buscando su lugar entre Los Vengadores. Mientras, descubre a un Adrian Toomes/Buitre, robando tecnología de avanzada para venderla a criminales. Peter ve en ello su gran oportunidad pero comienza a debatirse entre su vida común y sus responsabilidades como héroe, por lo que reflexiona el verdadero valor de sus nuevos dones luego de meter la pata constantemente.

Además de Tom Holland como Peter/Spidey, el elenco combina a actores consagrados y un puñado de nuevos rostros. A relucir están los adultos de la cinta: Robert Downey Jr. en su octava interpretación de Tony Stark, como mentor de Peter; Michael Keaton (otrora Birdmand, otrora Batman) como el Buitre (primer villano en los cómics), digno sucesor cinematográfico del Dr. Octopus (Alfred Molina) y Marisa Tomei como una versión de hermana mayor de la Tía May.

Dentro de los nuevos rostros están la estrella Disney, Zendaya como Michelle Jones alias MJ; Jacob Batalon como Ned, el mejor amigo de Peter (o la respuesta a la falta del verdadero mejor amigo de Parker, Harry Osborn); Tony Revolori (a quien conocimos gracias a Wes Anderson) como el enemigo de Peter, Flash Thompson y Laura Harrier como Liz Allan (quien fue el primer intereses amoroso de Peter mucho antes de Gwen Stacy o Mary Jane). El resultado es la combinación entre un teenage film a la vieja escuela de John Hughes y una historia de súper héroes clásica. El aspecto adolescente resalta entre los tonos aparentemente más solemnes de personajes como el Capitán América, brindando una chispa particular en la historia.

La cinta tiene bastante de las historias originales de Stan Lee o John Romita, pero también retoma elementos de seriales actuales como el Amazing Spider-Man de Dan Slott, donde tiene un traje con tecnología de punta, o con un guiño al Spider-Man de Miles Morales. Esta iteración dialoga con la historia del cómic pero también con el legado de Maguire y Gardfield, e incluso con la serie animada Spectacular Spider-Man (2008-2009). Homecoming es en principio una historia de origen que termina por solidificar la idea de un universo, pues desde el inicio ya ha convivido con otros personajes y tiene una historia detrás que se da por hecho, y no pierden el tiempo en contárnosla. También es, por su naturaleza juvenil, un héroe distinto, que responde a motivaciones y problemas distintos que son en algunos casos más comunes.

Así como en 1962 el personaje rompía los moldes de un superhéroe al ser un adolescente (usualmente compinches), Spider-Man: Homecoming retuerce ciertos cánones que actualizan la historia del trepa muros. A pesar de ello no cambia mucho. La película sigue siendo de fórmula con todo el sello Marvel, pero sus nuevos horizontes la hacen una obra con personalidad propia y a estas alturas del género ya es decir mucho. En su momento Iron Man (Favreau, 2008) fue un cambio radical en la concepción de este cine, por lo que Spider-Man llega para ampliar nuevamente las posibilidades de las futuras entregas, que ya no serán (o no deberían) historias de origen que funcionan aisladas, donde el héroe va de cero a cien, sino historias más amplias.

Al tratarse de un personaje tan popular y querido por el público, la dupla Marvel/Sony jugaba una movida arriesgada, a sabiendas de que el rechazo de esta nueva versión pusiera en peligro su futuro dentro del UCM. Sin embargo la reacción hasta ahorita ha sido muy positiva, y ya se han confirmado una trilogía y su participación en la esperada Infinity War, así que aún hay araña para rato.

 

 

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