Santiago PérezProducción: Spider-Man: Un Nuevo Universo (Into the Spider-Verse)
Director: Bob Persichetti; Peter Ramsey; Rodney Rothman
Año: 2018
Plataforma: Cartelera
En 5 líneas esta película:
Es de animación
Es una mezcla de acción, humor y fantasía
Tiene una animación espectacular
Tiene una historia sólida y prepara las bases para mucho más
No trasciende el género de la animación como todos quisieran
Hay tantas capas que le incumben a esta producción que necesitaríamos una extensión de este artículo más allá de lo que los cánones de Bollo Negro nos permiten, así que trataremos de enfocarnos en lo más importante.
Primero, por el inicio: a raíz del acuerdo Sony/Marvel/Disney, Spider-Man formaría parte del Universo Cinematográfico Marvel por cinco películas (de las cuales ya llevamos tres y las otras dos ya están anunciadas), Marvel/Disney tendría a su cargo todas las decisiones creativas respecto al personaje interpretado por Tom Holland y Sony recibiría el total de la taquilla de las películas en solitario. Pero más allá de este acuerdo, Sony sigue siendo el propietario de todo lo que tenga que ver con Spider-Man en la pantalla grande. Into the Spider-Verse es entonces (tal y como se deja ver en la película misma) la continuación del Spider-Man de Sony fuera del UCM. La explicación en automático es que todos estos Spider-Man (Tobey Maguire, Andrew Garfield, Tom Holland) existen en distintos universos. La realidad de las cosas es que el arácnido es una propiedad intelectual demasiado lucrativa para dejarla de lado. El incursionar en el formato de la animación es una buena forma de sacarle la vuelta a las limitaciones que conlleva aquél acuerdo con Marvel/Disney.
Ya entrados en lo que respecta a la película, este es un Spider-Man que viene a checar la casilla de la diversidad, en línea con los tiempos que vivimos. Si Black Panther (Coogler, 2018) fue celebrada por ser la primera cinta en ser protagonizada por un superhéroe afrodescendiente (ya nadie se acuerda de Blade); el Spider-Man de Miles Morales viene a hacer lo propio con una sección de la comunidad latina de Nueva York. Miles Morales no es el primer Spider-Man de otra raza que no sea la blanca, Spider-Man 2099, creado en 1992, suponía como alter ego a Miguel O’Hara, un neoyorquino de ascendencia latina. Pero sin duda, el hecho de que Miles Morales sea de una raza que no sea la de siempre es de notarse en este entorno social tan volátil del capitalismo tardío.
Pero también, Into the Spider-Verse es un efectivo rejuvenecimiento de la marca, tanto en el look como en el tono. La animación por momentos está sobresaturada, aunque manejada con maestría para que todo haga sentido. La paleta de colores es chillona y llamativa, y por momentos la animación misma de los personajes nos deja pensar que hubo bastante libertad creativa para los diseñadores (tanto como se puede tener en un estudio de la envergadura de Sony), como si la seriedad no fuera una preocupación a la hora de dibujar. Y por supuesto está el tema de la música; la película está acompañada de las canciones que imaginaríamos alguien de la edad de Miles Morales, juventud neoyorquina, escucharía en su día a día.
Este es un esfuerzo en donde el todo viene a sumar más que las partes (que incluyen un elenco vocal de absoluto lujo), ya que por momentos la película jala para todos lados, acariciando el caos pero siempre sin perder la vertical. Pero nunca hay que olvidar que esta es una producción de animación, y que como tal disfruta de las licencias que no se le pueden permitir a una película de acción en vivo. Es fácil anunciar a esta como la mejor película de Spider-Man, cuando no se le va a juzgar por lo ridícula que se pueda ver la representación de Spider-Puerco en pantalla. Si somos honestos, Spider-Man 2 (Raimi, 2004) sigue siendo la mejor película del arácnido, una de las mejores de superhéroes y miembro de ese exclusivo grupo de secuelas que superan a su predecesora. Into the Spider-Verse es una excelente producción a la que no le sobra un minuto de entretenimiento y seguramente la primera en una retafila de películas dentro de este universo. Falta ver si Sony puede mantener la misma calidad –y novedad– para las que vengan.