Santiago PérezProducción: Succession
Año: 2018
Plataforma: HBOGo
En 5 líneas esta serie:
Es de drama
Retrata las intrigas de la realeza moderna
Tiene rasgos exitosos de comedia
Inesperadamente engancha al espectador
Puede resultar técnica en algunas partes
Sin duda, el mayor atractivo de Game of Thrones, más que los dragones y la violencia, es el juego mismo. A lo largo de sus siete temporadas, la exitosa serie ha sido una montaña rusa para sus personajes y nosotros los espectadores. Intrigas, tragedias, traiciones; todo válido en la lucha por la corona. Sucession, la serie de relleno más reciente de HBO, es el producto de Jesse Armstrong, exitoso guionista británico y una producción ejecutiva de Will Ferrell y Adam McKay, dos nombres bastante reconocidos en la comedia, pero también recientemente, en el caso de McKay, en comentario social de gran envergadura. La creación de estos tres hombres pareciera ser la adaptación moderna de lo que sería una lucha por la corona. Intrigas y traiciones incluidas.
En esta ocasión, la corona es la empresa de medios más grandes de la unión americana y la realeza la familia Roy, un patriarcado formado por Logan, el rey vigente o bien el CEO; cuatro herederos, Kendall, el hijo mayor (segundo mayor), quien siente que merece ya la corona, Siobhan, la hermana que a su parecer hicieron a un lado a pesar de ser la más capaz, Roman, el hijo menor, quien se sabe lejos de la línea por la corona y se esconde detrás de un escudo de cinismo y comedia pesada; y finalmente está Connor, el mayor de todos y uno que se descartó por default al reconocerse el menos capaz. La historia comienza cuando Logan está listo para heredar su puesto a Kendall, pero al reconocer que su hijo parece no estar a la altura de la situación, se hecha para atrás y decide quedarse unos años más, desatando una serie de forcejeos por el poder los cuales de haber tomado lugar en la época medieval, hubiera acabado en hecho de sangre.
La serie no oculta su intención de demostrar que si bien la modernidad nos ha privado, en gran manera, de las armas como medio predilecto para dirimir nuestras diferencias, el ser humano sigue siendo básicamente el mismo: uno que desea tener más que el otro, consumido por el poder, seducido por el dinero y superado por sus emociones, en donde no hay lazo que valga en la persecución del oro, incluyendo el de la familia.
La serie, siendo una producción de HBO, hace su mejor esfuerzo para demostrar que cada uno de los pasos que toma está fundamentado, por lo que algunos de los movimientos bruscos que en Game of Thrones hubiera sido representado en una masacre en plena boda, aquí es sustituido por una asamblea de la mesa directiva. Si bien no es tan dramático como degollar a alguien, la serie sabe exprimir sus momentos clave para no caer en lo anticlimático, siempre argumentando que la naturaleza humana es suficiente para exprimirle la emoción al espectador.
Succession es otro éxito que HBO se saca de la manga. Es una de esas series que sin hacer mucho ruido pueden extenderse tres o cuatro temporadas. La planeación es tan buena como la ejecución. Pero la clave aquí es sin hacer mucho ruido, ya que este tipo de entretenimiento, sin duda, también se topará con pared con algunos espectadores que busquen entretenimiento más… dinámico.