PRODUCCIÓN: THE DISASTER ARTIST: OBRA MAESTRA
DIRECCIÓN: JAMES FRANCO
AÑO: 2017
PLATAFORMA: Cartelera
EN 5 LÍNEAS ESTA PELÍCULA
Está basada en hechos de la vida real
Es divertida y conmovedora
Nos da un gran contexto sobre la creación de The Room
Tiene un gran protagónico en James Franco
No requiere ver el material fuente para disfrutarla
¿A qué nos referimos cuando hablamos de una película de culto? El crítico Danny Peary las explicaba como ese tipo de cintas que causan gran interés y fervor entre un nicho de personas debido a su cualidad de única e inusual, provocando su trascendencia a lo largo de los años a pesar del desprecio del público general. Estas son películas que por alguna razón –más allá se sus méritos cinematográficos– ocasionan cierta admiración. No hay ejemplo más claro de este fenómeno que la cinta del 2003 realizada por el completo desconocido Tommy Wiseau: The Room.
Hay un goce especial al ver esta película, pero por no por razones comunes. The Room es incongruente, absurda, monótona, contiene diálogos estúpidos, escenas sin sentido, escenas de sexo para adolescentes y adultos gratuitas, está mal actuada, mal filmada e incluso hasta con encuadres fuera de foco. Pero lo más curioso: Wiseau la concibió como un fatal drama. El experimento costó alrededor de 6 millones de dólares y su creador esperaba que fuera nominada al Oscar. Justo por estos motivos la obra trascendió siendo considerada una de las mejores peores películas de la historia, suscitando un peculiar gusto por ella que provocó la realización de un libro escrito por el mejor amigo de Wiseau y coprotagonista de su filme, Greg Sestero: The Disaster Artist: My Life Inside The Room, the Greatest Bad Movie Ever Made.
Si The Room por sí sola ya era un hito, la historia de su concepción no es para menos. The Disaster Artist toma como base el libro de Sestero para retratar la filmación de tan semejante obra. Wiseau además de no tener la más mínima idea de cómo hacer una película, era necio, tomaba actitudes de diva (se hizo un baño para él solo, llegaba tarde a las filmaciones y olvidaba las líneas que él mismo escribió) y, como buen líder de un proyecto, sobresalía, pero por ser el más sobreactuado de los actores. Eso sin mencionar que en lugar de rentar el carísimo equipo de filmación ¡lo compró!, de hecho, lo adquirió para filmar tanto en 35mm como en HD, para que su película resultará lo mejor posible sin saber las complicaciones que cada formato implica.
James Franco dirige, produce e interpreta de manera más que adecuada al extravagante Tommy Wiseau, mientras que su hermano Dave Franco es Greg Sestero. Tommy tiene todas las ganas pero le falta el talento y Greg es bien parecido pero le falta seguridad en sí mismo. De alguna manera ambos se complementan para alcanzar su sueño en común: ser estrellas de cine como James Dean. Franco, Seth Rogen (actor y productor de la cinta) y Evan Goldberg (productor) son especialistas en buddy movies, algo que en definitiva le viene perfecto a una historia como esta.
Por encima del desastroso rodaje de The Room, la cinta de Franco explora la relación de amistad entre los dos protagonistas, dos outsiders que al ser rechazados constantemente decidieron aventurarse a abrirse paso por sí mismos en la industria con su propia película; porque en el fondo The Room es más una prueba de aferrarse a los sueños. Puede haber sido hecha sin ningún sentido común, pero Franco nos deja entrever el corazón que sus realizadores le pusieron.
De igual manera, la interpretación de Franco como Wiseau es espléndida: el físico, la manera de moverse y el acento son idénticos, entregándonos un gran personaje; aunque la ficción nunca superará a la realidad, Wiseau por sí solo también sería un personaje de culto. Otro importante mérito para Franco es la manera en que hace notar los constantes e involuntariamente divertidos errores de The Room y la extravagancia de Wiseau. Los comentarios y reacciones del personaje de Seth Rogen, el supervisor del guion, reflejan bien el nivel de ridiculez en todo el asunto.
No es necesario ver The Room para disfrutar de The Disaster Artist, incluso Franco incorpora una serie de testimonios de diferentes personalidades del cine para contextualizar, y una divertida comparación entre las escenas recreadas para su cinta y las originales. Sin embargo, hay excentricidades en Wiseau que, aunque suene trillado, hay que ver para creer.