Producción: The Expanse, Segunda Temporada
Creador: Mark Fergus, Hawk Ostby
Año: 2017
Plataforma: Netflix
En 5 líneas esta película:
Expande la mitología que ya conocimos
Encuentra un mejor balance entre las tres facciones del universo
Sube la calidad en efectos especiales
Mantiene su buen balance entre drama y acción
Abre la puerta para una mejor tercera temporada
La ciencia ficción es un género tan longevo como el cine, (Viaje a la Luna, de Georges Méliès, se filmó en 1902), y a lo largo de la historia del cine y de la televisión se ha demostrado que la buena ciencia ficción no necesita de convencernos visualmente, el truco más bien está en la gracia del guion. Por otro lado, en los último años no han estado consintiendo de más todas las producciones de ciencia ficción, al grado de que el género empieza a sufrir de comediaromaticitis, instancia en la cual Hollywood ya produce cualquier historia barata refrita en aceite de ocho días, pero es capaz de atraer un público mediante los efectos especiales. Pero bueno, ese es el lado negativo. El positivo es cuando llega esa gran historia de ciencia ficción acompañada de efectos especiales que nos hagan creer.
The Expanse en su primera temporada nos presentó a la humanidad unos doscientos años en el futuro, cuando el sueño de Elon Musk se haya cumplido. En este nuevo universo, el ser humano ya colonizó Marte y creo asentamientos mineros/industriales en un cinturón de asteroides ubicado entre las órbitas de Marte y Júpiter, conocido como El Cinturón (¿a poco no se escucha espectacular esta premisa?). Por supuesto que entre estas tres civilizaciones hay conflicto y desigualdad, y por supuesto que la tierra se ha convertido en una versión planetaria de los Estados Unidos. Además de introducirnos a su mitología de facciones y efectos de la baja gravedad en el cuerpo humano, la primera temporada nos da a conocer la protomolécula, un ente infeccioso y maligno, aparentemente extraterrestre pero promovido por una corporación terrícola como un arma. La segunda temporada viene a poner a la protomolécula en el centro de la trama, como la amenaza más grande para el sistema solar.
La segunda temporada construye sobre el éxito de la primera, claramente con más presupuesto y preparada para lo que ya es una tercera temporada confirmada, en donde la protomolécula convertirá la serie en una cargada de efectos especiales. Pero The Expanse a final de cuentas sigue siendo sobre el balance de poder entre La Tierra, Marte y El Cinturón; en esta temporada conocemos un poco más de Marte, su relación con La Tierra y cómo afecta esta a los habitantes del planeta rojo. La historia retrata muy bien ese sentimiento de colonia que indefectiblemente lleva consigo Marte, pero también ese sentido de nostalgia que tienen sus habitantes por un planeta que nunca han conocido, pero que sigue siendo la cuna de la especie (algo así como Africa para los terrícolas). Este acierto de la historia nos hace salivar sobre la posibilidad de un sistema solar en donde ahora existe una cuarta facción, compuesta por una especia de vida distinta a la del ser humano: la protomolécula por supuesto.
El hecho de que La Tierra y Marte estén inmersos en una peligrosa guerra fría es buena ciencia ficción, y una que no va a permitir que la historia se pierda su madera. Aquellos fans del género, y en específico aquellos que disfrutaron de otro gran clásico, Battlestar Galactica, seguro no pueden estar más felices que esta serie llegue a nuestras pantallas. Ahora a esperar otro año para regresar a este futuro bastante plausible.