Producción: La Favorita (The Favourite)
Director: Yorgos Lanthimos
Año: 2018
Plataforma: Cartelera Independiente

 

En 5 líneas esta película: 

Es una comedia de época

Es de humor recalcitrante

Tiene valores de producción impecables

Tiene en la actuaciones su punto más fuerte

Nos regala un guión bastante ingenioso

 

    

 

Recuerdo haber visto Los Adioses de la Reina (Jacquot, 2012) –que gira en torno al supuesto amorío entre María Antonieta de Francia y la Duquesa Gabrielle de Polignac–, y pensado “Si esta película trata de un romance secreto, ¿dónde está el romance?” Tal vez el secreto era tan secreto que ni siquiera se atrevieron a mostrarlo en pantalla, aún y cuando de eso trataba el dichoso filme. Alguien me dijo “Nunca lo van a mostrar en cine así, tan explícito, porque a nadie le va a gustar ver a una reina famosa con otra mujer”. Dos años más tarde, una reinterpretación de la reina Ana de Gran Bretaña y su relación homosexual con dos mujeres fue seleccionada para competir por diez premios de la Academia estadounidense, luego de ganar la Copa Volpi en Venecia y el Globo de Oro a la mejor actuación femenina.

The Favourite tardó veinte años en concretarse porque “hay lesbianismo y son tres mujeres al centro de ella” en palabras de Rachel Weisz, una de las protagonistas. Si esto es enteramente cierto o no, es difícil saberlo, pero es probable que tuviera cierto impacto; es verdad. Hay ahí afuera productores y distribuidores que no creen que la audiencia quiera ver una película protagonizada por mujeres, porque a ellos mismos no les parece lo suficientemente interesante. Este no es un evento aislado, recordando que Carol (Haynes, 2015) también tardó alrededor de veinte años en tocar salas de cine; o que Julie Delpy tuvo que escribir, producir, dirigir, protagonizar, musicalizar y editar su proyecto pasión, La Condesa (2009), cuando se le retiró el capital de inversión porque decidió mostrar, también, un romance entre mujeres.

Bueno, y ¿cuál es el alboroto?

La Favorita nos cuenta la historia de Ana de Gran Bretaña, la última gobernante de la dinastía Estuardo. Este personaje en especial es una de los monarcas menos conocidas y representadas a través de la historia y de ella hay quienes únicamente saben que el barco del pirata Barba Negra –el Venganza de la Reina Ana– fue nombrado en su honor. Deborah Davis, quien comenzaba a incursionar en el guionismo por ahí de 1997, tampoco conocía mucho de esta mujer, pero lo poco que sabía le parecía fascinante y se dedicó a investigar y aprender y posteriormente escribir un guión cinematográfico. La productora Ceci Dempsey se interesó en el proyecto, pero tuvieron que pasar diez años para que Ed Guiney le entrara como productor y, eventualmente, sugiriera a un prometedor Yorgos Lanthimos (en ese entonces post Dogtooth) como director. Se contrató a Tony McNamara para que le diera una refrescada al trabajo de Davis, y finalmente se pusieron manos a la obra.

Quienes ya están familiarizados con los trabajos previos de Lanthimos, ya sea The Lobster (2015), The Killing of a Sacred Deer (2017) o incluso Alps (2011), claramente van a comprar su boleto sabiendo qué esperar, qué clase de película están por ver; y es que, verán, este realizador griego es uno de esos que algunos críticos les gusta llamar controversiales, dado que enmarcan un estilo particular y propio, uno que no tiene que murmurar las palabras fuertes ni necesita alejar la cámara de las heridas abiertas. Un cine visceral, pero sumamente elegante. The Favourite no es la excepción, y aunque sí se nota que le baja un poquito a su desmadre, como decimos acá entre amigos, eso no disminuye el brío de su propuesta.

Olivia Colman, Rachel Weisz y Emma Stone interpretan magistralmente a la reina Ana, Sarah Churchill y Abigail Masham, respectivamente, tres mujeres que fueron clave en la guerra de Gran Bretaña contra Francia, todas ellas de manera decisiva. A pesar de que Lanthimos ha dejado en claro que su película no es una recolección histórica, el trazo argumental es precisamente lo que pasó hace tantos ayeres: La Reina era delicada de salud, hablando tanto físicamente como de la mente, por lo que su amiga y consejera Sarah reinaba en su lugar. Abigail, una aristócrata caída en desgracia, llegó al palacio y fue ascendiendo peldaño tras peldaño buscando convertirse en la nueva favorita y volver a ganar entonces su nobleza. Todo esto es cierto. Si en realidad había un triángulo de carácter romántico entre ellas, eso ha estado en discusión por años.

Ni los productores ni Lanthimos querían hacer una pieza de época convencional, así que se decidió tomar ciertas libertades creativas, además de las propias hechas con la historia. El resultado se siente como una perturbadora, pero divertida caminata dentro de una atracción de feria, la casa de los espejos, para ser precisos; ¿a qué se debe? Es la inusual fotografía y la belleza del diseño de producción, es el espectacular vestuario (gracias por tanto, Sandy Powell) y las elecciones de maquillaje y peinado que convierten a los hombres en bufones. Son Weisz y Alwyn bailando break dance al ritmo de Handel. Es Colman diciendo “Me gusta cuando pone su lengua dentro de mí”.

Enlistada para competir por diez categorías en los premios Oscar, La Favorita es la película de temática LGBTQ más nominada en la historia de la Academia, empatada con Cabaret (Fosse, 1972) que también figuró para diez estatuillas, entonces ya sea que gane en grande o no durante la noche más importante de Hollywood, la verdad es que esta producción ya tiene más mérito que muchas de las otras nominadas, y eso nadie se lo va a quitar.

 

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