Santiago PérezProducción: The OA, Segunda Temporada
Creadores: Brit Marling; Zal Batmanglij
Año: 2019
Plataforma: Netflix
En 5 líneas esta temporada:
Expande el universo de la primera temporada
Explica mejor hacia dónde va su mitología
Sienta las bases para muchas temporadas más
Consolida el buen momento de su elenco
Se pone más rara aún
Si nos vienen siguiendo desde hace rato sabrán que en su momento no fuimos nada bondadosos con la primera temporada de The OA. Y para ser justos, probablemente exageramos en descalificarla de manera inmediata, aunque el diseño de producción de la primera temporada sí dejó mucho que desear y el tema de los movimientos sigue siendo bastante ridículo, donde sí de plano estábamos equivocados es en el talento de Brit Marling, quien no solo se consolida en el papel de el ángel, también es la responsable de que esta historia siga evolucionando hacia rincones cada vez más raritos.
En su segunda temporada, esta serie evolucionó un poco más hacia un juego de dimensiones paralelas que hemos visto recientemente en series como The Leftovers (HBO), Dark (Netflix) y The Man in the High Castle (Prime Video), tal vez con un poco de nostalgia de aquella serie de la niñez (ochentera), Viajeros en el Tiempo (Quantum Leap); y por ahí temas místicos a lo Cloud Atlas (Hermanas Wachowski, 2012). Nosotros no podríamos estar más arrepentidos de haber descalificado a la serie en su primera temporada.
La misión en esta segunda temporada era clara: expandir el universo que se creó en la primera. Si bien esta serie se nos presentó primero como un misterio de desaparición, con tonos de mitología de ángeles y diosas que resucitan a la gente y demás, esta segunda temporada la serie es más un conflicto entre los dos antagonistas: The OA y el doctor Hap, navegando un plano donde la misma persona habita distintas dimensiones, y los personajes que vimos en la primera temporada ahora les toca viajar a través de estas, encarnando otras versiones de su propio yo. Volvemos a ver a toda la banda que ya conocíamos, tanto a los prisioneros compañeros de The OA como a su banda de desadaptados, aunque al parecer no todos son elegidos para seguir en el viaje (sin estropearles la historia).
The OA parece ser la culminación de Brit Marling y Zal Batmanglij, compañeros desde la universidad y cómplices en otros proyectos que siempre se han caracterizado por romper el molde. The OA parece tener bastante empuje detrás, tanto por la presencia en pantalla de Marling como por una historia que podría evolucionar en muchísimas direcciones, incluyendo una versión bastante meta con la que nos dejan al final de esta temporada.
La serie sigue siendo bastante rara, perfecta para gente con gustos que lo invitan a uno a ejercitar la imaginación y pasar por alto algunos momentos que no le van a hacer mucho sentido a los que disfruten de historias más fincadas en la realidad (olvídense de los movimientos, aquí estamos hablando de pulpos con habilidades telepáticas).
Dicen que reconocer los errores es de grandes, apúntenos entre la banda que espera con gusto la tercera temporada de The OA.