Producción: The Sinner
Creador: Derek Simonds
Año: 2017
Plataforma: Netflix

 

En 5 líneas esta serie:

Es un thriller de asesinato sin resolver

Tiene buen elenco

Se esfuerzan por construir a sus personajes

Te engancha desde el primer episodio

Por momentos se siente pretensiosa

 

 

 

Debido al gran número de producciones que Netflix realiza y estrena prácticamente cada semana, a muchos nos ha obligado a poner en tela de juicio la manera en que estos se maquilan. A decir verdad, si no es algo recomendado por alguien de nuestra confianza –Bollo Negro, por ejemplo– cuesta trabajo darle click a la serie que aparece en la cabecera del navegador de la plataforma. Sin embargo, qué grato es encontrarse con este tipo de series, que si bien no pretenden ser el siguiente Stranger Things, sí se preocupan por contarnos una historia circular, que intriga y te deja satisfecho al llegar a su fin.

Cora Tannetti (una espectacular Jessica Biel) lleva una vida rutinaria: casada y con un hijo, trabaja en el negocio familiar con su esposo y prácticamente todas las noches se reúnen a cenar en la casa de sus suegros, que además son sus vecinos. Cierto día, la familia decide tomarse un día en la playa. Mientras Cora corta pequeños pedazos de fruta para su hijo, nota a una pareja que está jugueteando entre la arena, y en un arrebato de rabia, Cora se abalanza en contra del joven apuñalándolo en múltiples ocasiones hasta matarlo. La serie entonces recorre el camino para esclarecer un caso de homicidio que parece no tener sentido, la búsqueda por la motivación del victimario.

La idea de explorar la mente es un arma de dos filos, que corre el riesgo de parecer pretensioso, pero The Sinner lo hace bien; la dinámica de empezar a descubrir poco a poco lo que sucedió a través de los recuerdos difusos de la protagonista funciona y te engancha de una.

El gran acierto de la serie es el manejo de sus tiempos: por un lado tenemos los flashbacks que van desde la niñez y hasta la adolescencia de Cora, que creció en un ambiente cristiano ultra conservador y a lado de una hermana con una discapacidad congénita; por otro, están los destellos de los recuerdos perdidos y la relación que podrían tener con la víctima; y por último, el proceso de la acusada a la par de la investigación del detective Ambrose (un cumplidor Bill Pullman). Y entre todo esto, Jessica Biel hace un gran trabajo al pasar de un escenario a otro. También somos espectadores de una dinámica que parece nunca morir: la del género de detectives. El arquetipo del policía derrotado por la vida pero victorioso en su oscuro trabajo nunca terminará por cansarnos. La buena noticia es que la serie se toma la molestia de desarrollar a sus personajes –quizá por su naturaleza literaria, pues está basada en una novela homónima– y el acercamiento a ellos es con mucha empatía a pesar de que se esfuerzan demasiado en hacerlos interesantes.

Tenemos que agradecer este tipo de producciones bien logradas, con ritmo, una buena historia que contar, un buen elenco y que buscan volar alto pero no lejos. Por favor Netflix, ni se te ocurra una segunda temporada.

 

 

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