Ivan Elvira ReyesProducción: El Tercer Asesiato (Sandome no Satsujin)
Dirección: Hirokazu Kore-eda
Año: 2017
Plataforma: 64 Muestra de la Cineteca Nacional
En 5 líneas esta película:
Es de suspenso
Se aleja del estilo de su directors en trabajos anteriores
Por momentos es de ritmo lento
Mantiene una buena intriga
Se siente ambigua
La nueva película del japonés Hirokazu Kore-eda se aleja de sus trabajos más recientes, esos conmovedores dramas que planteaban la importancia de los lazos familiares. El Tercer Asesinato es mucho más solemne, cayendo definitivamente en los terrenos del thriller pero sin dejar de lado las reflexiones sociales que caracterizan a las cintas de su director.
Estamos ante un intrincado drama judicial que sigue los pasos del abogado Tomoaki Shigemori (Masaharu Fukuyama), encargado de defender a un hombre sentenciado a muerte por asesinato después de cumplir una condena de treinta años. Misumi (Koji Yakusho), el acusado en cuestión, había sido condenado por otros dos asesinatos. Esta vez, tras matar a su antiguo jefe, su tercer homicidio inevitablemente lo llevará a la horca.
Misumi confesó haber asesinado a su jefe de una fabrica de comida poco después de ser despedido. La labor de Shigemori consiste en reducir la pena de muerte a cadena perpetua, sin embargo, tras buscar una estrategia defensora, encuentra contradicciones e inconsistencias en el caso. Tal y como si fuera un detective, el abogado comienza a indagar en el entorno laboral, la familia de su cliente y la familia de la víctima. Es en esta última donde encuentra las mayores pistas, específicamente con la hija, una adolescente con problemas de movilidad en una pierna. Al drama hay que agregarle que el padre de Shigemori era un reconocido juez quien juzgó a Misumi por sus anteriores delitos.
La verdadera intriga comienza cuando Misumi, a pesar de haber confesado ante la policía, empieza a cambiar su versión de los hechos y Shigemori se involucra personalmente dejando de lado el profesionalismo con el fin de saber en realidad qué fue lo que pasó; mientras nosotros nos preguntamos qué creer. Lo cierto es que los protagonistas tienen más en común de lo que piensan; el guion de Kore-eda desarrolla a la par de la investigación con la hija de la víctima, la relación entre Shigemori y su propia hija (el abogado es divorciado y algo en él lo hace sentir como un padre fracasado), así como como el sentimiento que le provoca estar a la sombra de su padre, el retirado juez. Estas dualidades se hacen evidentes en las conversaciones de los protagonistas, con frecuentes encuadres donde los dos se ven de perfil, sólo separados por la división del cristal. En algún punto, incluso, sus rostros se sobre exponen en la conversación más determinante de la historia.
El hilo conductor en la cinta lo llevan los diálogos. La película está llena de conversaciones, testimonios y suposiciones de los personajes; por momentos el ritmo parece lento, sin embargo, la reflexión sobre el valor de la vida de un hombre siempre está ahí. De investigar las verdaderas motivaciones del asesino, se pasa al whodunit hasta llegar a una confusión que invade a Shigemori y a los espectadores a preguntarse ¿qué es lo que en realidad se está buscando?
La cualidad de El Tercer Asesinato radica en lo ambigua que puede llegar a ser, a fin de cuentas no hay soluciones fáciles. Por lo mismo puede desagradar a más de uno. Pero ver una cinta de Kore-eda, y más una donde opta por el misterio, siempre debe ser bienvenido.
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