Producción: The Witcher
Creador: Lauren Schmidt
Plataforma: Netflix

 

En cinco líneas esta serie:

Es una adaptación de las novelas del autor polaco Andrzej Sapkowski

Pretendía ser el relevo de Juego de Tronos 

Tiene buenas secuencias de acción

Está contada de manera no-lineal

Hay monstruos y bubis

 

   

«El mal es el mal … menor, mayor. Todo es lo mismo».

Geralt de Rivia

 

Pese a ser una obra reciente, The Witcher ha tenido una excelente recepción en el público y más en los ávidos seguidores de la fantasía. Su obra fue publicada en 1986, otra de las razones por las cuales se le puede hacer la comparación con La Canción del Hielo y el Fuego de R.R. Martin, pero mientras la obra del norteamericano busca hacer interpretaciones de la historia medieval, Sapowetzky busca cuestionar los valores occidentales a través de la fantasía y el folklore eslavo. 

Varios años y premios después, un estudio polaco dedicado a desarrollar videojuegos, CD Projekt Red, adquirió los derechos de las aventuras del hechicero y lo convirtió en uno de los juegos de rol más redituables del rubro. El juego tuvo bastante éxito, lo suficientemente  como para producir tres entregas y un juego de cartas, así como para convertirse en una de las empresas de videojuegos con mayor renombre. Esto no fue algo que el autor le gustó mucho, menos por el pago único con el que le vendió los derechos al estudio, pensando que el juego sería un fracaso. Curiosamente, hace unos días, tanto el autor como el estudio llegaron a un acuerdo y la tercera entrega del juego está volviendo a adquirir relevancia y todo esto, aparentemente, se debe a la serie que produjo Netflix.

La historia que se adaptó para la empresa de streaming nos relata tres arcos narrativos: las aventuras de Geralt de Rivia (Henry Cavill), la hechicera Yennefer (Anya Chalotra) y el relato de la princesa Cirila (Freya Allan). Los tres personajes son puestos a prueba con conflictos que cuestionan la moral, el mal, el destino, el amor, el poder y la decisión. Como elemento a tener en cuenta, y que según los hombres, o los humanos como especie, son atados a la fuerza del destino y castiga a quienes lo ignoren

El destino y la magia son las dos fuerzas que desafían la vida en el continente, pues como momento histórico que divide un antes y un después es un evento sobrenatural llamado la conjunción de las cinco esferas, un eclipse pues. Para combatir a los montruos y criaturas que trajo consigo, un grupo de hombres con poderes mágicos establecieron que habría guerreros que se dedicarían a cazar a estas bestias: así surgió la orden de los Brujos, o como se les conoce en la traduccion al inglés, Witchers. Con el tiempo se convirtieron en combatientes con poderes mágicos a cambio de dinero dedicados a erradicar monstruos y criaturas encantadas, orden a la que alguna vez formó parte –involuntariamente– Geralt y ahora hace lo propio recorriendo el continente en busca de sustento, sin saber que su existencia resultará más importante de lo que él mismo o el resto de la gente puede imaginar. 

 

«Pero una promesa hecha debe ser honrada. Tan cierto para un plebeyo como lo es para una reina».

Geralt de Rivia a la reina Calanthe de Cintra

 

La serie tiene reminiscencias a personajes clásicos de la fantasía, que a gusto de quien junta verbos en este texto, a personajes de la literatura fantástica como Elric de Melniboné de Michael Moorcok o a Conan el Bárbaro de Robert E. Howard, y pese a que se dice que es un reemplazo en la televisión de Juego de Tronos, esto no puede estar más equivocado. Los cuestionamientos son más profundos y la fantasía tiene un contexto aún más amplio y creíble, dado que su narrativa es congruente y lógica, dentro de su propia condición. Su error es, quizá, supeditar la fábula y la moraleja sobre el andamiaje de la fantasía, en palabras más burdas, pareciera que el presupuesto para fantasía no abarcó lo suficiente, sin embargo cumple con la premisa en la que una historia buena supera cualquier efecto especial.

Pese a que la serie surgió a partir de la idea de adaptar los libros, sería una injusticia no considerar que los videojuegos han atraído a muchas personas a las historias de Sapkowski, además de crear un fandom que ha recibido con agrado a la serie. La influencia que tiene el juego en la serie es notorio en el mismo protagonista, Cavill, quien ha tomado elementos del videojuego, como la voz del actor, Doug Cockle, en los juegos de su versión en inglés. Además de ser uno de esos fanáticos consumados gracias a la versión digital de las aventuras del Brujo.

 

 

«El respeto no hace Historia»

Jaskier el bardo

 

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