Producción: The Big Short
Director: Adam McKay
Año: 2015
Plataforma: Cine
En 5 líneas esta película:
Está basada en un evento real.
Explica coloquialmente la industria financiera.
Se avoca a la comedia.
Está muy bien actuada.
A pesar de un gran esfuerzo, puede ser lenta y complicada.
The Big Short es una película de drama y comedia que trata la crisis financiera del 2008. La historia se cuenta a través de cuatro personas, tres inversionistas y un banquero, que le apostaron al colapso del sistema financiero americano (y ganaron fuerte), aun cuando el consenso de la industria los tachaba de estúpidos. La misión de la película es clara: explicar con peras y manzanas complicados productos financieros de tal manera que la gente entienda como se fraguó uno de los fraudes más grandes de la historia de la civilización. Más allá de muchos términos técnicos difíciles de evitar, la película logra su cometido, y lo hace con un tono jovial y un evidente esfuerzo por hacer dinámico el relato. El director Adam McKay (Anchorman, Talladega Nights) es uno de los realizadores de comedia más experimentados de Hollywood, por lo que el mensaje desde el inicio era claro. Los protagonistas rompen constantemente el cuarto plano, e inclusive por momentos señalan pequeñas inconsistencias entre lo que en realidad sucedió en algún momento en particular y como lo está mostrando la película. También se hace uso de viñetas “explicativas”, que son al mismo tiempo pequeños descansos de la trama y cameos de figuras del mundo del espectáculo y académicos de las finanzas. De tal forma podemos tener a Anthony Burdain explicarnos con retazos de pescado como funciona el empaquetamiento de productos financieros, o a Selena Gomez en una mesa de póker explicándonos como funcionan los swaps por incumplimiento de pago. El elenco de la película es estelar, y cuenta en sus personajes principales con Christian Bale (American Psycho, Batman), Steve Carell (40 Year Old Virgin, Little Miss Sunshine), y Ryan Goslin (The Notebook, Drive). De los tres Christian Bale es el que se llevó la nominación al Oscar, pero Ryan Goslin se lleva la película, mientras que Steve Carell lleva dignamente la mayor carga dramática de la película.
The Big Short es la tercera adaptación a la pantalla de un libro del escritor Michael Lewis (Moneyball, The Blind Side), cuya literatura basada en hechos reales son garantía para la temporada del Óscar. La película es divertida si se le quiere ver nada más por la superficie, y está preparada para resistir las dudas de aquellos que no le quieran entrar a los números y las finanzas. Los que gusten, o tengan la capacidad técnica de entender lo que sucedió en ese período, disfrutarán de una gran producción que logra una acertada crítica social, desmenuzando muchísimos temas que los criminales de cuello blanco hubieran querido dejar sepultado.