Producción: Troy: Fall of a City
Año: 2018
Plataforma: Netflix
En 5 líneas esta serie:
Es una nueva adaptación del mito griego
Es de producción épica
Tiene destellos en su narrativa
No agrega nada nuevo
Por momentos se descubre como tendenciosa
¿Qué más podemos decir de este clásico de la mitología Griega? La Iliada ha sido estudiada por literatos e historiadores por igual por los siglos de los siglos. Y la cultura popular se ha encargado de hacer lo propio desde siempre. Troy: Fall of a City es una nueva adaptación que llega en la coyuntura de esta fructuosa cooperación entre Netflix y la BBC y su desesperada búsqueda por una contraprogramación para Game of Thrones.
Cierto es que más allá del éxito que pudiera tener esta primera temporada y al menos otro par que le exprimieran a la Odisea, este experimento desde un inicio pintaba para algo fugaz. Pero el tratamiento que se le dio a la Iliada en Fall of a City nos hace preguntarnos si en verdad era necesario volver a contar esta historia. Sin miedo a spoilearles el asunto, ya que asumo todos aquí pasamos primero de secundaria, en esta historia Paris se sigue robando a Helena, Aquiles sigue matando a Hector y los Troyanos siguen inmortalizando a sus costillas el concepto del caballo de Troya. Asumo también que la gran mayoría no hemos leído el clásico de Homero, y que nuestra referencia más clara es la otrora película, malísima por cierto, estelarizada por Brad Pitt, el Aquiles más guapo, y Orlando Bloom, el Paris más lánguido.
A ese respecto, esta adaptación es más fidedigna que la producción hollywoodense. También es una que incluye algo de la presencia de los dioses, cuestión que le dio cierta frescura a la historia, pero desafortunadamente no se desarrolló tanto como les hubiera convenido. La serie tiene destellos de grandeza, como la escena del sacrificio de Agamenón, la conversación entre Aquiles y Priam y la última batalla de Aquiles (ya les dije que sí se muere). Pero desafortunadamente no le agrega nada más, es una adaptación by the book. Ahora bien, no le agrega nada más donde tenga que arriesgar, porque la serie sí habita una edad de bronze donde las amazonas usan sombra para los ojos, los hombres de color usan rimel, los turcos manejan el ojo verde y los threesomes pueden ser interraciales.
A final de cuentas, la Iliada es entretenida, y una historia que ya habiéndola escuchado por primera vez nos convierte en Cassandra, donde sabemos lo que va a pasar y no hay nada que podamos hacer más que sufrir. Una tragedia griega hecha y derecha. Esta historia clásica sigue siendo un testamento del carácter del ser humano: de la rabia, la necedad, del romanticismo estúpido, y sobre todo, un relato de cómo aquellos en el poder viven sus vidas pensándose como los protagonistas de la historia, haciendo y deshaciendo a su antojo mientras lo extras, es decir el resto de la gente, termina tirados en la tierra con una flecha en el ojo y una espada en la tripa. Nunca será suficiente que nos lo sigan recordando.
¡Que la disfruten!