Producción:  Tu Piel Tan Suave
Director: Denis Côté 
Año: 2017
Plataforma: FICUNAM

 

En 5 líneas esta película:

Es un híbrido entre documental y ficción

Tiene una mirada de autor

Invita al espectador a cuestionarse lo que ve

Toca un tema no tan popular

Es ambigua

 

  

 

En un episodio de la serie de televisión Malcolm El De En Medio, uno de sus personajes, Hall, se hace de un ejército de musculosos que poco saben de la vida y que dedican su tiempo a buscar la mayor cantidad de masa corporal que la biología humana les permita. Al final dejamos de verlos como un puñado de masas tonificadas y los vemos como personas mediante la sabiduría del hombre común, alias Hall.

Esa mirada conciliadora, fascinada, humanista y lejos del vouyerismo es la misma que guía la dirección de Denis Côté en Tu Piel Tan Suave, su más reciente trabajo, que como muchos de sus anteriores rompe las barreras del documental y la ficción convirtiéndose en un ejercicio audiovisual inclasificable y enigmático. En ella nos muestra la vida de seis hombres fisicoculturistas desde su intimidad familiar, personal y profesional. Los acompañamos en sus rutinas, sus  rituales y su preparación física, emocional y mental; sin embargo, la cinta poco espacio le otorga a los hilos narrativos obvios, a los diálogos profundos y a las entrevistas de folleto.

Côté opta, como es su costumbre, por dejar que las imágenes hablen y guíen su trabajo cinematográfico, donde la ruptura narrativa es un reto ante la mirada del espectador que seguramente pasa la hora y media del filme preguntándose por qué o para qué llegar a ese extremo. Lo que el realizador nos muestra propone más preguntas que respuestas, trasciende el documentalismo de diccionario que define el tema bajo ciertos parámetros y pone un punto final a su historia, pues pareciera no llegar a ningún puerto y ahí es donde se encuentra el sello autoral del también director de Bestiaire (2012) y Vic y Flo Vieron Un Oso (2013).

La búsqueda por la perfección naturalmente nace, según sugiere ambiguamente la película, por una afección humana inherente, que sobrevive desde la época de los gladiadores (o antes). La búsqueda idealista por una piel extendida y tersa (sería la traducción ideal en lugar de suave) que obsesiona a estos hombres nos recuerda nuestra vulnerabilidad. El mismo Côté menciona en una entrevista para Cineuropa: «Tuve una serie de problemas de salud y observar a estos hombres en su búsqueda por la perfección me pareció una forma de lidiar una conversación con mi propio cuerpo enfermo.»

La hipermasculinidad del fisicoculturismo es vista con una perspectiva que a su vez es distante y reticente, pero no en sus esferas obvias como en otros documentales sobre este deporte; es una revisión antropológica montada con técnicas didácticas de la mano de Nicolas Roy.

A los ojos de Côté, un hombre común, estos personajes son fascinantes por su mera presencia, poco le importa indagar en ellos (al menos en pantalla), sus vidas y sus historias y considera a sus performances, sus cuerpos sudorosos y sus entrenamientos exhaustivos un discurso lo suficientemente poderoso para contárnoslo todo sin decir nada, algo que también se puede rastrear en la escultura del arte clásico.

 

Puedes consultar horarios aquí.

 

 

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