Pareciera ser que fue hace años que terminó aquella serie llamada Game of Thrones. Y en efecto fue hace dos años que vimos por última vez la serie que prometía quedarse con la estafeta del presupuesto más grande de la plataforma reina de la Televisión 2.0. La espera terminó y ya tenemos dos capítulos disponibles de lo que es la tercera temporada de Westworld.

Esta temporada promete abrir un universo que ya no parecer tener los límites de un parque de diversiones, por el contrario, ahora lo que nos promete el inicio de esta temporada es una batalla por la supremacía evolutiva, una guerra de especies que parafraseando a Serac, el nuevo flamante personaje caracterizado por el mismísimo Vincent Cassel, ya se perdió. Estamos hablando de la batalla entre el homo sapiens y la inteligencia artificial. Es correcto, una vez más esta batalla, ahora con todo el poder de una serie de HBO.

La segunda temporada inició con una Dolores Abernathy ya establecida en el mundo real y rápidamente haciéndose de recursos para empezar esta avanzada por hacerse el control, ojo, no de la tierra, sino de la evolución de la especie. Los nuevos Dioses están en camino. Dolores está convertida en una verdadera femme fatale, algo que disfrutamos mucho, con toques inevitables de The Matrix (Hermanas Wachowski, 1999) y por qué no, La Femme Nikita (Besson, 1990). Dolores sigue siendo ese sádico y violento antihéroe de la segunda temporada. Atrás quedaron los días de la Dolores que se preguntaba sobre su propia naturaleza.

En el segundo capítulo pudimos ver a la otra mitad de lo que va a ser el arco de esta segunda temporada: Maeve. Nuestra poderosa heroína, quien en la segunda temporada gozó inclusive de poderes psíquicos sobre el resto de sus hermanos androides (los que hicieron algunas escenas fantásticas), solo para ahogarse en la orilla al momento de su escape. Maeve inició temporada atrapada una vez más en uno de los parques, el llamado Warworld, en lo que fue un amago de regresar a la dinámica de temporadas pasadas. No obstante esto era solo una prueba puesta por Serac, quien se consolidó como el enemigo a vencer en esta temporada. Serac ya se dio cuenta que Dolores es una amenaza a todo lo que el tenía paneado para el futuro y necesita de Maeve para equilibrar la balanza.

En medio de todo esto se encuentra Rehoboam, un sistema de inteligencia artifical diseñado por Serac para tomar todas las decisiones importantes y encaminar a la civilización a un mundo mejor. Al parecer este sistema puede prevenir el futuro, excepto algunas anomalías como la de Dolores Abernathy (tremenda falla que puede ser nada menos que su final) y al momento solo está bajo las órdenes de Serac; además del sofisticado arquitecto, nadie sabe ni tiene control alguno sobre Rehoboam, algo que estamos seguros va a cambiar estrepitosamente en algún momento de la temporada.

Westworld sin dudarlo es una de las mejores series disponibles y una que sin duda quedará como de las más memorables en la plataforma y por supuesto el género. La serie no es perfecta, ya lo hemos dicho antes, son demasiados elementos y variables para que todo haga sentido. Pero sin dudarlo, la serie nos invita tanto a disfrutar de la acción en pantalla como a resolver algunos rompecabezas mentales que nos propone, así como, por qué no, filosofear en la banqueta sobre lo que significa ser una ente consciente de sí mismo y la validez y los derechos naturales que esto trae consigo. El maestro Tarkovsky estaría tan orgulloso.

 

 

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