William Moulton Marston, licenciado por Harvard, maestro en leyes y doctor en psicología, un campo nuevo para principios del siglo 20. Fue catedrático de varias universidades en Estados Unidos y uno de los inventores del polígrafo al detectar la relación entre la presión sistólica y las emociones. La esposa de William, Elizabeth Holloway Marston, también fue licenciada en derecho y psicología. Contribuyó en el mismo estudio sobre la presión sistólica. Olive Byrne fue una estudiante de la Universidad de Tufts. En sus últimos años de universidad conoció a Moulton Marston y fue su asistente. Con el paso del tiempo establecerían una relación en concubinato, situación que aparentemente no era incómoda para la esposa del catedrático; incluso nombraron a una de sus hijas Olive, en honor a la concubina.

Los anales de los cómics relatan que esa unión, que nació del academicismo, la investigación y la vanguardia sexual, surgió uno de los personajes más icónicos del panteón de superhéroes: la Mujer Maravilla. Se dice que los brazaletes de Diana de Themiscyra son una representación de ambas mujeres, que representaban la fuerza y la tenacidad. También se dice que Olive Byrne fue la modelo que le dio forma al personaje de los comics, pero la idea de crear al personaje fue de Elizabeth.

A partir de un texto de una revista académica, William Moulton Marstom planteaba lo siguiente: “Ni siquiera las mujeres quieren ser mujeres mientras nuestro arquetipo de feminidad carezca de fuerza, fortaleza y poder… El remedio obvio es crear un personaje femenino con toda la fuerza de Superman más todo el encanto de una mujer bella y buena”.

Diana Prince (o Diana de Themyscira) enfrentó diversos enemigos en las distintas etapas del personaje en el cómic. Peleaba contra dioses del Olimpo, enemigos naturales con alguna clase de habilidad supra humana y con el paso del tiempo despachaba enemigos en conjunto con la Liga de la Justicia, de la cual originalmente sería la secretaria y terminó siendo uno de los personajes con mayor relevancia del sindicato de súper amigos.

Nativa de Phoenix, Arizona, Lynda Carter destacó desde pequeña por sus habilidades artísticas. Participó en el concurso de belleza Miss Mundo en Estados Unidos y quedó dentro de las finalistas en el concurso internacional celebrado en Londres en 1972. Carter encajó tan bien en el papel de la Mujer Maravilla durante años, que cuando se querían hacer producciones sobre el personaje todo quedaba en intentos fallidos: nadie podía hacer el papel tan bien como ella. Pero esto también fue un lastre para Carter: su inherente belleza la elevó a sex symbol, lo que irritaba sobremanera a la actriz y que para muchos desacredita el mensaje de una feminidad diferente a la que planteaba la época.

Así, a principios de los ochenta, la imagen de la Mujer Maravilla adquiría tintes de ídolo sexual.

Gal Gadot nació en una pequeña ciudad de Israel. Hizo el servicio militar durante dos años. Previo a eso ganó el concurso de belleza Miss Israel que la llevó a competir en Miss Universo, donde, según ella, hizo todo lo posible para no ganar. Su fama creció gracias a un foto reportaje llamado “Las mujeres del ejército israelí” publicado en 2007 por la revista Maxim. Estuvo en la contienda por un papel en Quantum of Solace (2008, Marc Forster) que finalmente quedó en manos de Olga Kurylenko, aunque el director de casting la consideró para un papel secundario para la cuarta entrega de Rápido y Furioso (Justin Lin, 2009) interpretando a Gisele, personaje aparecería en tres entregas más. Como los papeles se diluyeron, Gadot se convertía en un casi. Y a punto de desistir de la actuación consiguió el papel de La Mujer Maravilla dejando de lado a un sinfín de actrices de Hollywood.

El cúmulo de datos y trivias puede continuar ad nauseam: detalles como que el día en que se terminó de rodar, 3 de mayo del 2016, fue el cumpleaños del creador William Mouton Marston. Pero la sustancia y la maravilla de este infinito personaje de los cómics, la televisión y, ahora, el cine, radican en la mujer como eje de fuerza. Marston planteaba que las guerreras amazonas habían sido destinadas para defender a la humanidad de sus enemigos más acérrimos pues, a diferencia de los hombres, las mujeres son fuertes pero su capacidad de discernimiento les permitía ser más justas. Y como son comprensivas, entienden que las luchas más complejas que el ser humano enfrenta se resuelven luchando por el amor.

En vez de regresar a una vida regia en el reino de las amazonas, Diana decidió quedarse a luchar contra el crimen y la injusticia en el mundo, sobre todo el mundo que conocemos. Este debe ser uno de los actos de amor más grande que alguien puede hacer.

La Mujer Maravilla se estrenó el 2 de junio en salas comerciales en México.

 

 

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