Producción: XX (XX Pasión por el Horror)
Directora: Jovanka VuckovicAnnie ClarkRoxanne BenjaminKaryn Kusama
Año: 2017
Plataforma: Cartelera

 

En 5 líneas esta película:

Es una antología de terror compuesta por cuatro cortos

Es dinámica y entretenida

Cuenta con un segmento de animación stop-motion de Sofía Carrillo

Es de calidad irregular en sus segmentos

Es complaciente dentro de su género

 

  

 

Una nueva antología de terror se une a la ya larga lista de filmes en este formato, desde las clásicas Black Sabbath (1963) o Creepshow (1982) hasta el boom que ha tenido en tiempos recientes en las que destacan las populares The ABC of Death (2012), VHS (2012) (con sus respectivas secuelas y spin-off’s) o las magnificas Three (2002) y Three… Extremes (2004). Esta vez el elemento que le da cohesión al proyecto es que se trata de una antología escrita y dirigida en su totalidad por mujeres: la canadiense Jovanka Vuckovic, una experta en el género y quien fuera editora de la aclamada revista Rue Morgue; Annie Clark, haciendo su debut cinematográfico (y mejor conocida como St. Vincent en el ámbito musical); Roxanne Benjamin, conocida principalmente por ser parte de otra antología de terror Southbound (2015) y Karyn Kusama, la más experimentada de las cuatro, quien nos entregó en 2015 la grandiosa The Invitation. Sin duda, algo que luce en papel bastante interesante dado el hecho que se trata de un género dominado históricamente por hombres.

The Box (La Caja), dirigido por Vuckovic, es el primero de los cortos y está adaptado de una historia de Jack Ketchum: Una madre atestigua cómo su hijo deja de comer a raíz de ver el interior de una misteriosa caja que cargaba un hombre en el metro; el resto de la familia, la hermana y el padre, empiezan a hacer lo mismo después de que el hijo secretamente les revelara el contenido. La premisa es bastante intrigante pero no parece ir a ninguna parte y la historia se siente inacabada. Vuckovic traza de forma eficiente la atmósfera con planos cenitales a la comida para después ligarlos con una interesante secuencia de canibalismo, sin embargo, todo lo que vemos parece sólo el planteamiento de algo mayor, lo que en consecuencia te hace sentir algo insatisfecho con el final.

El segundo es The Birthday Party (La Fiesta de Cumpleaños), escrito por Annie Clark y Roxanne Benjamin, y dirigido por la primera. El segmento protagonizado por quizá el rostro más reconocible de la película, Melanie Lynskey (Rose en la sitcom Two and a Half Men), trata sobre los intentos de una madre por ocultar el cadáver de su recién fallecido esposo para no arruinar el cumpleaños de su hija. St. Vincent al parecer no sólo tiene talento para la cantada, su corto es una agradable pieza llena de colores y buen humor negro. Fuera de la situación escabrosa no hay mucho de terror, ni sangre, ni misterio; se podría decir que el corto es casi anecdótico, pero al menos efectivo.

El siguiente es Don’t Fall (No Caigas), escrito y dirigido por Roxanne Benjamin: Un grupo de amigos van de excursión a una zona montañosa, todo parece ir según el plan hasta que aparece una misteriosa criatura. El segmento sigue los tradicionales cánones del cine de terror y Benjamin los ejecuta de buena forma, con sangrientos momentos y un escalofriante monstruo. Al igual que con The Birthday Party no hay nada nuevo, pero resulta efectivo y disfrutable.

Finalizando, el corto escrito y dirigido por la más experimentada de la antología Karyn Kusama, Her Only Living Son (Su Único Hijo Vivo), relata las complicaciones de una madre soltera para controlar a su hijo adolescente, pero bueno, ¿qué madre no tiene ese mismo problema?; el punto es que a este muchacho le gusta arrancarle las uñas a sus compañeras nomás porque sí. Irónicamente el segmento de la más experimentada resulta ser el más decepcionante, remontándose a un viejo tópico que años atrás ya habían mostrado cintas como Rosemary´s Baby (Roman Polanki, 1968) o The Omen (Richard Donner, 1976) sin darle ninguna vuelta de tuerca ni intentar mostrarlo en otra perspectiva, una historia trillada sin mucho que ofrecer.

Es de resaltar la animación stop motion por parte de la mexicana Sofía Carrillo. Una escalofriante casita de muñecas que se pasea por una casa abandonada con algunos otros objetos tampoco muy amigables. Una animación a lo Jan Svankmajer, digna de un video de Nine Inch Nails o Tool.

Los segmentos no comparten ningún hilo conductor, a pesar de la obviedad que tres de los cuatro tienen como figura principal a una madre, lo cual es coincidencia y no consenso. Las realizadoras quisieron abordar temas desde un punto de vista femenino, lo que hace pensar que recurrieron quizá al camino fácil con la trillada figura de la maternidad. En perspectiva general XX no es la gran cinta de terror, ninguno de sus segmentos es verdaderamente poderoso, empero, es una de esas películas que agradeces aunque el resultado no sea tan satisfactorio.

 

 

 

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