Producción: Bellas de Noche
Director: María José Cuevas
Año: 2016
Plataforma: Cartelera
En 5 líneas este documental:
Trata sobre la cultura de las vedettes
Encuentra buen material original
Tiene personajes que causan empatía
Logra presentar varias dimensiones de sus personajes
Tiene buen mensaje
Inicia la película: suenan los aplausos y sobre un fondo negro escuchamos “fue en un cabaret”… De esta forma comienza Bellas de Noche, documental de María José Cuevas donde se narra la historia de cinco vedettes de los años setenta y ochenta: la Princesa Yamal, Olga Breeskin, Lyn May, Wanda Seux y Rossy Mendoza. A través de 93 minutos, el espectador se adentrará a la historia de estas cinco mujeres.
El trabajo de María José conjuga material de archivo: fotografías, cortes de películas, noticieros, programas de variedades y entrevistas de sus cinco protagonistas; así ellas narran sus historias, sus glorias y el gusto con el cuál realizaban su trabajo: el oficio de ser vedette. Así mismo se despliega ante nuestro ojos un constante juego y un cruce entre la realidad y la ficción, o fantasía, que el documental propone; el material de archivo revive la fantasía, el auge y la opulencia de estas vedettes en México en contraste con los testimonios de las mismas.
Dentro del documental se ponen en juego varios ejes, que vuelven la obra de la documentalista un trabajo atractivo y digno de conocer. La nostalgia y la evocación por el pasado, lo efímero de la belleza y su confrontación—papel de las bellas de noche, cuando amanece y es otro día, otro año, otra época. Una de las premisas del documental es “El cuerpo envejece, pero el alma nunca”, frase que es importante rescatar pues esta nos va llevando de la mano para conocer a la mujeres y su cotidianeidad quienes, aunque los años han pasado, siguen buscando mantenerse cómo en antaño fueron: maquillaje, peinado, mascarillas, ejercicio; para ellas la belleza es algo que deben seguir procurando, sin embargo nos damos cuenta, junto con ellas, que esto ya no es posible. El paso del tiempo ha cobrado su factura y ya no se puede volver a ser la de antes. Verse y confrontarse con la imagen de lo que fueron es un fuerte golpe de realidad.
A través de la cámara de Cuevas nos adentramos al cómo viven a la edad de 60 años aproximadamente, sin el lujo, modestamente o luchando contra alguna enfermedad, como es el caso de Wanda Seux, o más próximas a la religión como Olga Breeskin. Nos alejamos de las “Diosas” del cabaret para conocer a las mujeres de carne y hueso, lejos del sensacionalismo, la crítica o el morbo que puede acarrear el haber sido mujeres que durante más de una década despertaron fantasías y emociones ocultas dentro de la sociedad mexicana. Somos participes de cinco testimonios de fortaleza e independencia, de excesos, de caídas y de la búsqueda de empezar de nuevo.
Con un epílogo en voz de la Princesa Yamal que declara y que resuena con un fuerte eco en todas las demás, queda claro que fueron y son mujeres libres, que disfrutaron, vivieron y desafiaron los tabúes de la sociedad mexicana respecto al papel y al lugar de la mujer. Es entonces el documental de María José Cuevas un retrato íntimo de quienes no sólo son mujeres sino estrellas, que en palabras de Breeskin, brillan—brillarán—mientras que el sol se siga escondiendo.