Producción: Mr. Robot, Tercera Temporada
Creador: Sam Esmail
Año: 2017
Plataforma: Amazon Prime Video
En 5 líneas esta temporada:
Repite sus excelentes interpretaciones
Cada episodio es una experiencia distinta
Tiene un gran giro de tuerca
Sigue siendo sobresaliente en su estética
El final puede dejar inconforme a los más exigentes
Ustedes disculparan, pero en Bollo Negro tenemos la consigna de solo recomendar aquello que pueda ser accesible por medio tradicionales. Entonces, esta entrada responde a uno de los momentos que más estábamos esperando (¿o solo yo?): La tercera temporada de Mr. Robot por fin está disponible en Amazon Prime Video.
Aunque la temporada se haya estrenado hace un año, con el anuncio de que la cuarta temporada será la última (a estrenarse en algún momento del 2019), viene la terrible sensación de emoción, nostalgia y preocupación típica para los fans que se enfrentan a la peor de las verdades: saber que su serie favorita está por terminar.
La antesala era segunda temporada mermada por las dudas. Por poner algunos ejemplos, tenemos la fotografía (con su distintiva composición) que aunque seguía siendo enorme, ya no significaba algo innovador; o la fiel representación de la cultura hacker –distanciada del imaginario ochentero con luces de neón– que desaparece durante una buena parte de la serie porque Elliot decide alejarse de las computadoras; o el aumento del número de episodios que repercute en el ritmo con el que se cuenta la historia; incluso la adición de nuevos personajes que –así de bote pronto– no parecían estar a la altura del elenco original. Aunque, esa segunda temporada, finalmente remonta en su segunda mitad y consigue darnos expectativas.
Como recordarán, el mundo ha sido sacudido por un ataque que lo mantiene inmerso en una crisis económica. Sin embargo, el plan no está concluido y el Dark Army parece tener todo listo para llevar a cabo un nuevo ataque que desmantele por completo la estructura de E(vil) Corp, logrando la consolidación de la revolución de Mr. Robot. Elliot, entonces, tras un ejercicio de reflexión, concluye que el mundo está peor que nunca y que solo a través de la reestructuración del sistema –con sus debidos ajustes– se puede corregir todo aquello que hizo mal. En adición, por fin nos enteramos de qué va el ambicioso (en serio MUY ambicioso) plan de Whiterose, las complicaciones que tendrá que superar para poder consolidarlo y cómo es que cada personaje encaja en todo ello.
Afortunadamente, podemos agradecer que aquellos puntos en los que pudo flaquear su temporada predecesora son resueltos con enorme maestría. Para empezar, su control de calidad sigue intacto: las interpretaciones (con un sobresaliente BD Wong en su papel de Whiterose), la fotografía, el soundtrack (OMG el soundtrack) y demás aspectos de producción tienen su palomita bien ganada.
Pero donde hay una mejora notable es en su narrativa. Los recursos utilizados son tantos que fácilmente podría sentirse saturada. Sam Esmail resuelve esto otorgándonos una experiencia distinta para cada uno de los episodios, donde tenemos flashbacks, monólogos, momentos untold para llenar algunos huecos, un emocionante enfrentamiento entre Mr. Robot y Elliot, un montón de referencias cuidadosamente colocadas que no están ahí solamente para el deleite de los fans y un plano secuencia en el episodio cinco que vale cada segundo.
Esta temporada ha apuntado altísimo, tan alto que en serio nos asusta pensar que con los últimos doce episodios no puedan ser suficiente. A pesar de esto, tenemos que recordar que Sam Esmail ha sabido construir grandes momentos y ha logrado giros de tuerca que te vuelan la cabeza (la tercera temporada no fue la excepción). Podemos tener fe, tanta como nunca antes.
Si aún no han visto esta temporada y quieren recordar por qué la aman tanto, pueden revisar los mejores momentos de la primera y segunda, y por su puesto, pronto tendrá su respectiva actualización.