Producción: No respires (Don’t Breathe)
Director: Federico Álvarez
Año: 2016
Plataforma: Cartelera

 

En 5 líneas esta película:

Es de terror y suspenso

Tiene buen guion

Tiene buena atmósfera

Cumple su cometido

No se salva de clichés

 

   

 

El terror no sólo radica en personajes extraídos de las fantasías, de cuentos o leyendas antiguas, ni tampoco de las pesadillas; también está en lo cotidiano. Esta parece ser la apuesta de Federico Álvarez para su más reciente filme: No Respires, un thriller con toques de suspenso y terror.

La historia gira alrededor de un grupo de ladrones de casas: Money, su novia Rocky y Alex, amigo de ambos y quien es el encargado de robar los códigos de las alarmas de seguridad de la empresa que comanda su padre. Money propone al grupo un atraco, el más importante de todos: El robo a un veterano de guerra, ciego, y quien posee una indemnización millonaria debido al atropellamiento de su hija. En un gesto hacia Rocky, Alex accede al robo sin sospechar el peligro que iban a tener que afrontar.

No respires propone al espectador varios elementos interesantes y logra mantener un nivel de atención constante, creando expectativas y desarrollando tensión dentro de la sala. Las atmósferas que se plantean poseen realismo y una gran belleza visual; el espacio se vuelve cómplice y elemento clave para desarrollar la trama y que esta despierte angustia, claustrofobia, o desesperación por lo que corre en pantalla.

Álvarez invita al espectador a conocer el encierro y la angustia a través de una cámara en constante movimiento. Esta se pasea por los pasillos de la casa y entra en las habitaciones, por momentos es subjetiva y vemos lo que el grupo de ladrones ve, de momentos pareciese un personaje más, que tiene vida propia, pues sus movimientos apoyan a las sensaciones del filme. La cámara nos ofrece a través de elementos de la puesta en escena indicios y elementos que adquieren relevancia. La iluminación es por momentos de tonos cálidos, y en otros casi en penumbra, justamente para desarrollar la expectativa por saber qué es lo que está por aparecer ante los ojos de los personajes. y ante los del espectador también.

La historia omite la división de dos bandos: buenos y malos. No sabemos o no podemos definir con claridad quien es quien en la historia, pues de momentos podemos empatizar con el hombre ciego, o de pronto con el grupo de amigos, que roban, en el caso de Rocky, para mejorar su nivel de vida. Es interesante pensar la película como dos episodios diferentes y ligados a la vez, donde los personajes juegan entre la línea de lo correcto e incorrecto. Estos mismos giros hacen que de momentos la historia se caiga un poco, pues en ocasiones el filme tropieza con ciertas convenciones narrativas: El amigo enamorado que hará lo imposible por la chica, la joven que pese a todo luchará por una causa, el monstro moral encarnado en el veterano de guerra.

Logrando superar estos baches, la película logra su cometido, y mantiene la expectativa y la claustrofobia del espectador mediante elementos fílmicos y sonoros. No respires logra establecer un vínculo con el espectador y aviva una verdadera pesadilla colectiva, apostando por una nueva forma de vivir la idea del terror.

 

 

 

 

 

 

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