Anye MontielProducción: Grave (Voraz)
Director: Julia Ducournau
Año: 2016
Plataforma: 62 Muestra Cineteca Nacional
En cinco líneas esta película:
Es de drama y horror
Es más que su forma
Tiene buen guion
Es efectiva en su mensaje
Sí es una película agresiva
La ópera prima de la directora francesa Julia Ducournaus nos relata la historia de Justine (Garance Marillier), una adolescente de 16 años, vegetariana, que está por iniciar sus estudios universitarios bajo la misma línea que sus padres: Veterinaria y, quienes también son vegetarianos. La historia nos ubica justo al principio del ciclo escolar, donde –muchos recordaremos– podemos padecer las novatadas y luchamos por salir bien librado de ellas. Son los días donde muchas cosas se van definiendo: amistades, gustos, tu lugar dentro de una delineada taxonomía estudiantil, que, cual cadena alimenticia, nos va orillando sin sentirlo a ser cazador o cazado. Jungla de hormonas, emociones, pasiones y nuevas experiencias están a la vuelta de la esquina.
Este es el caso de nuestra protagonista, quien está por surfear los ritos de iniciación de la vida juvenil y universitaria, ejemplo de esto es uno de los engranajes que dan movimiento a la historia y es que ella, novata, debe consumir riñón crudo de conejo. Así cómo este, otros actos dentro de la narrativa de la historia tienen que ver con cuestiones simbólicas o metáforas del despertar a una nueva etapa de la vida.
Quizá, la promoción de la que ha sido víctima la película respecto a que si causó vómitos, desmayos o que si estamos ante un filme gore, haga que cuando el espectador se plante frente a esta y deje que avance, podría ser una decepción por no cubrir en su totalidad aspectos de este género de cine. Sin embargo, la película funciona por hacer más crudos – válgase del título– aspectos de esta etapa de transición, de goce o padecer, y me refiero a la sexualidad, identidad, autoconocimiento, independencia, por mencionar algunos. En este sentido se debe reconocer el trabajo actoral de Garance Marillier, pues es ella quien lleva todo el peso de la historia, la conformación de su personaje abarca un verdadero crisol de aspectos, vemos llegar al final de la película a una chica realmente transformada, es decir va de “a” a “b”, y en ese camino pierde y gana características que conformarán finalmente su propia personalidad en este mundo donde nos comemos unos a otros.
Voraz entonces, resulta ser una mirada atractiva, novedosa y autentica de una experiencia que la mayoría de los seres humanos experimentamos: los cambios, físicos, emocionales y de las actitudes que van construyendo nuestra personalidad; esa que intentamos forjar con esfuerzo. La película va empleando elementos del cine de horror para hablar respecto al drama juvenil, por esto es que la película se construye como un filme que aporta, una mirada femenina que tampoco congenia con la idea rosa del drama adolescente. La visión de la directora es fuerte, es creíble y busca también que la audiencia simpatice con lo que está presenciando. Por esto es que muchas/muchos podrán congeniar con algunas escenas que aparecen dentro de la película, ya sea porque hayan atravesado por lo mismo, o por tener a alguien cercano que lo experimentó.