Producción: Westworld, Tercera Temporada
Año: 2020
Plataforma: HBO

 

En 5 líneas esta temporada:

Supo reinventar la serie

Lució un elenco de lujo

Mostró una estética espectacular

Fue más breve y compacta que las anteriores

Expandió exitosamente su universo

 

   

 

El saber reinventarse es la fuente de la eterna juventud del artista. Este mismo concepto quizá se le puede aplicar a una serie de televisión, la cual, temporada tras temporada, lucha por su propia vida. Algunas, las más exitosas de la historia, lo han hecho quizá haciendo lo que saben bien durante un buen periodo de tiempo. Algunas otras han muerto en el intento de dar más de lo mismo o cambiar para regresar a la vida.

El confinamiento de la historia de Westworld a un parque temático nos daba indicios que la serie no tenía para más de dos o tres temporadas. Pues bien, la premisa con la que se nos presentó la serie, la que estaba basada en la película escrita y dirigida por Michael Crichton, en efecto dio dos temporadas. Pero los talentosos creadores de esta serie, Lisa Joy y Jonathan Nolan, le entraron de lleno al reto y, con todo el presupuesto que HBO ya no tenía que gastar en Game of Thrones, decidieron aventurarse a expandir el universo de Westworld hacia algo más parecido a Cyberpunkworld.

El resultado fue espectacular para la pupila, con una estética evidentemente tildada hacia The Matrix, creación de las Hermanas Wachowski, y si de esto hablamos por supuesto que todo viene de Blade Runner, de Ridley Scott. Pero además pudimos ver algunos toques de clásicos noventeros de la inteligencia artificial, como lo fueron Terminator de James Cameron y Robocop de Paul Verhoeven. ¿Y por qué no? Inclusive un final claramente calcado al de Fight Club, de David Fincher (con Brain Damage haciéndole de Where is my Mind?) para darle más punk al cyberpunk. Esto no es decir que la tercera temporada fue para el género lo que Stranger Things fue para el pop ochentero, Westworld sin duda tiene vida propia, pero es obvio que los creadores han estado comprometidos desde el inicio de entrar en ese selecto grupo de creaciones de la ciencia ficción que trata con la rebeldía en los días donde el ser humano se bate a muerte por su papel en la evolución de la inteligencia artificial. Un intento más de responder si el papel que le corresponde a la especie es el de Dios, villano o víctima.

La serie a final de cuentas es de HBO, por lo que lo principal sigue siendo el valor de entretenimiento. Esta temporada se le bajaron dos rayitas al tono cerebral, cubriendo por encima algo de lo que Alex Garland no tiene problema en hacer un tratado con su serie Devs, y se le puso bastante énfasis a las explosiones, los balazos y la gente hermosa. Ahora bien, hay que decirlo, entre la femme fatale en la que estuvo convertida Dolores Abernathy, interpretada siempre con éxito por Evan Rachel Wood, la ninja del futuro que le tocó ser a Maeve, de la excelsa Thandie Newton y el megavillano Serac, interpretado por el siempre grato Vincent Cassel, aquí nadie se queja de la eugenésica que siempre nos plaga.

Westworld sigue teniendo algunas lagunas dentro su historia, sobretodo en lo que respecta a la vulnerabilidad y capacidades de los huéspedes, no nos queda claro qué fuerza tienen, qué resisten, qué procesos emocionales y fisiológicos sí tienen y cuáles no (¿comen? ¿sudan? ¿secretan?). Este tipo de dealles a veces nos hacen dudar de la seriedad con que se maneja la serie y qué tan comprometidos están los creadores de darnos una historia auténtica que se aleje de los clichés del género. Pero con esta temporada creo que los fans de la ciencia ficción podemos estar satisfechos y los fans de la serie tranquilos que la calidad sigue siendo una prioridad. ¿Por cuántas temporadas más? Por lo pronto una, pero Cyberpunkworld parece no tener límites más que su propio peso.

 

 

 

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