Producción: 1974: La Posesión de Altair
Directora: Victor Dryere
Año: 2016
Plataforma: Cartelera

 

En 5 líneas esta película:

Es de horror tipo found footage

Construye bien su atmósfera

Es inconsistente dentro de su premisa

No dirige bien su historia

Cae en convencionalismos del género

 

 

 

El uso de un dispositivo encontrado que dé testimonio respecto a un determinado hecho es un recurso que se ha empleado en distintas ocasiones dentro del cine, y para ser más específicos, en el cine de horror. Este recurso es una buena forma de construir historias, tal es el caso del filme italiano Holocausto Canibal, un filme casi de culto y que también juega con el falso documental; El Proyecto de la Bruja de Blair quizá uno de los filmes más logrados con este recurso o Actividad Paranormal. Con este último es con el que La Posesión de Altair puede tener una mayor semejanza.

La idea del director Victor Dryere para construir su película surge a partir de su interés por los videos caseros que pertenecían a su familia; en ese momento que se cuestiona respecto a qué podemos encontrar en aquellas partes oscuras donde la luz de la cámara no alcanza a mostrar. Es entonces cuando la duda y la incertidumbre se pueden apoderar de quien este revisando tal material.

El argumento de la historia es sencillo: una joven pareja conformada por Altair y Manuel viven en una pequeña casa alejada de la ciudad, y a partir del cumpleaños de la protagonista, comienzan a ocurrirle situaciones extrañas, principalmente a ella, pero que poco a poco va trastocando todo su entorno: pareja, amigos y familiares. Dryere busca trasmitir que lo que estamos presenciando es un metraje de cine familiar, desde la idea de que sea el protagonista que un día decide comenzar a grabar, como si se tratase de un diario en video realizado durante la década de los setenta; una atmósfera que se logra o se busca conseguir con recursos como la textura gruesa del grano de la película, una iluminación austera, decorado y ambientación propios de la época, elementos para que el espectador se adentre en la historia.

Sin embargo la película no llega a buen puerto pues resulta una mezcla que no se acaba de definir, entre posesión satánica y personajes poco convincentes donde ninguno es un foco de atención. La historia no sabe bien hacia donde se dirige, y tiene un desenlace similar, en una de esas más complicado que la propia historia, lo que podría ser interesante para algunos espectadores como la decepción total para otros.

Pese a que La posesión de Altair intenta proponer algo distinto para el género del horror, no consigue tal cometido, quizá por inconsistencias como sonidos que no deberían existir, pues rompen con la idea de estar presenciando un metraje familiar, o bien porque la historia caen en lugares comunes del cine de horror. Existen elementos que se pueden rescatar como la belleza visual que crea el grosor del grano, o la reconstrucción de un ambiente propio de la década de 1970, en ese sentido, puede ser un regalo para los amantes de la nostalgia.

 

 

 

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