Producción: Modern Love
Creador: John Carney
Plataforma: Amazon Prime Video

 

En 5 líneas esta serie:

Es de antología

Está muy clavada en las relaciones románticas

Tiene en la ciudad de Nueva York su mejor aliado

Logra variar bien su selección

Es otra de más mumblecore

 

   

 

¿Cuántas veces se ha hablado en este espacio sobre el papel de Nueva York en la cultura popular? Y si por la cultura popular fuera, pareciera que uno no puede vivir un amor de cuento de hadas si no se origina en Ciudad Gótica (seguimos esperando a aquella gran producción que nos entregue la cabeza de Ciudad de México en una bandeja de plata). Y bueno, si ya estamos entrados en el tema de las derivadas, hoy en día las serie de antología, o son de terror o son de mumblecore. En este caso, mumblecore.

Moder Love es una serie creada por John Carney, el responsable de los dos éxitos para aquellos que gustan de los musicales: Begin Again (2013) y Sing Street (2016). En esta ocasión, Carney fue el encargado de adaptar, en ocho capítulos, la columna homónima del New York Times, en donde los lectores de aquél periódico les toca el turno de contar su historia, y si esta es lo suficientemente singular, verla publicada en el semanario, y si esta es lo extraordinariamente relevante, verla convertida en un capítulo de treinta minutos para la serie de Amazon Prime. Ante tanto filtro sobre historias de la vida real, uno tiene que estar preparado para historias que simplemente son demasiado cuchis para ser reales… pero lo son.

La serie cuenta con un elenco espectacular que no solo le da validez a la producción, sino también nos ayuda a creerles a los actores cuando pasan por situaciones, como lo acabamos de decir, que aunque provengan de la vida real, nos es difícil creer que le pasen al grueso de la población. No obstante, el ideal que presenta la serie es uno bastante agradable, que le puede dar un poco de esperanza en la humanidad hasta el más desilusionado. La serie no solo se enfoca en un hombre busca a una mujer, ya no estamos en los ochentas; aunque seguimos con el mismo problema de problemas de la gente blanca, Modern Love se esmera en mostrarnos varias fasetas del amor, desde el joven y desenfrenado, la última y nos vamos, el amor por un hijo, el amor por un padre, el amor por el que no está, el amor por uno mismo y el amor incondicional. Digamos que esta visión salva a la serie de hundirse en un foso de cliché.

Pero bueno, hablando de clichés, ya no sabemos como ponerle a la ciudad de Nueva York como el quinto personaje. La ciudad definitivamente ha sido objeto de abuso desde que Sex and the City (HBO) la declaró como la sede oficial del amor de televisión. Modern Love no tenía escapatoria al surgir del New York Times, y si ya estaban ahí, pues había que sacarle todo el jugo. La realidad de las cosas es que sin importar si Nueva York se hizo un lugar mágico en la televisión o la televisión necesita de la magia de la ciudad, es difícil negar que la cantidad de gente y la calidad de la diversidad que existe en ese lugar no cree un caldo de cultivo para historias extraordinarias, historias que surgen de un encuentro inesperado o bien de nuestra necesidad de salir de nuestra zona de confort porque el ecosistema que nos envuelve nos lo exige. Pero Nueva York no tiene la exclusividad en el tema, por más que Hollywood así nos quiera hacer creer, la capacidad de vivir historias extraordinarias está en cada uno de nosotros, en donde sea que estemos, y pareciera ser que la serie captura algo de eso en sus personajes, quienes a pesar de vivir historias extraordinarias, no dejan de vivir problemas de todos los días.

Modern Love es la segunda iteración en Amazon de series de antología sobre problemas de la gente blanca, después del espectacular fracaso de The Romanoffs. La serie llega a competir de frente con Easy de Netflix, la cual llegó a su fin después de una excelsa tercera temporada, y de cierta forma con High Maintenance, la cual se ha sabido distinguir por no presentar problemas de la gente blanca, sino problemas de la gente que fuma mota; esta última por supuesto, ubicada en la ciudad de Nueva York.

 

 

 

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