A la serie se le puede acusar de sobrevalorada o de genialidad; podemos estar hartos de ella o no cansarnos nunca; pero sólo hay una verdad absoluta: la están rompiendo.
Bajo las palabras de la propia Issa Rae, Ia serie no busca mostrar "la dramática carga de ser negro" y termina mostrando la dramática carga de ser cualquiera.