Hace 20 años la película del anime japonés pudo sonar como la advertencia de un futuro lejano, el reto de su adaptación a live action es reconocer que ya vivimos en la antesala de que ese futuro.
El retrato sobre la fundación de la famosa franquicia de comida rápida nos confirma un par de prejuicios que podemos tener sobre aquella compañía, pero se queda corta de otras experiencias del mismo género.
La segunda entrega de la saga creada por Chad Stahelski literalmente retoma las cosas donde se quedaron la última vez que la vimos, y lo hace para seguir ascendiendo en las preferencias del público.
El aclamado director Martin Scorsese regresa a la pantalla a tratar un tema que ha tratado antes, la religión, y en el proceso cae en las mismas trampas de siempre.